COMERCIANTES EN SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX
(Fragmento de suplemento en homenaje al comercio de Cauquenes que publicaremos el próximo 29 del actual)
Involucramos en este rubro a todos los que tenían “patente comercial”, entre ellos, aquellos/as cuyo funcionamiento era nocturno, haciéndose notar por una luz roja instalada en la puerta principal que correspondía a la de ingreso del alfombrado salón….
El profesor Rodolfo Quezada Landeros, también hijo de profesor y con varios de sus hermanos también profesionales de la educación, por varios años estuvo colaborando con nosotros en “La Voz de la Provincia” a través de amenas crónicas en que hacía remembranzas de cotidianos episodios del Cauquenes de otros tiempos, cuando él residía en otra ciudad
Allá por el 10 de febrero de 2010 hablaba sobre “La Farándula Cauquenina” en que comentaba precisamente esta temática:
“Ya de vuelta por mis pagos-dice- transitaba por Avda. Dr. Meza, lo que me llevó a recordar muchas vivencias pasadas. Entre ellas recordé que en esa calle funcionó por muchos años un establecimiento de entretención sólo para adultos, que en buen chileno se llaman “Casa de Huifas”. Era el famoso City and Boy (Las Sombreros”). Tipo 10 pm. Se encendía un farolito rojo, el cual indicaba el inicio de la fiesta. La música a cargo del gran Maestro Germán Iturra, en el acordeón (descansa en paz en el cementerio de Parral); en la guitarra el Maestro Sánchez y en la batería el Rucio. Este tenía una particularidad que tocaba la batería durmiendo a los acordes de Baila Catalina con un solo pie…o Limeña que tienes alma de tradición y se acompañaba con algún traguito para pasar alguna pena de amor.
Se iniciaba la fiesta que duraba hasta altas horas de la madrugada.
Por el sector de calle Maipú se ubicaba otra Casa de Entretención. El famoso Sauce o la Micro Verde. Por San Francisco el “440” y por el sector Barrio Estación, el “Cuartito Azul”. Por el sector Camino Nuevo había otro, regentado por unas damas de Parral, precisamente tenían por nombre “Las Parralinas”.
A estos establecimientos de entretención asistían personas de todos los niveles sociales, en todo caso no voy a nombrar a ninguno.
Sólo recordar a las actuales generaciones como fue o como era la vida bohemia o farandulera de nuestra ciudad. En todo caso lo hice con el mayor respeto.
Por cierto, creo que todas ellas sucumbieron con el paso de los años y hoy sólo recuerdos, sólo recuerdos”.
Haciendo la revisión en nuestros archivos en cuanto a estos “locales comerciales de este rubro,” para ampliar estos apuntes del “Rola” Quezada, tenemos que agregar a “La Piojera”, “Los Tres Pinitos”, “La Tía Olga”, “E Pelao Raúl”. Y “La Micro Verde”.
Anterior al terremoto aquel de la noche del 24 de enero de 1939, hubo una “Casa de Huifas” que se ubicaba en calle Estado (hoy Antonio Varas) esquina de Bascuñán. Lo sabemos por el percance que tuvo su regenta cuando mediante un decreto de la Intendencia fue condenada a prisión por el lapso de un mes:
A comienzos de la década del 50 – tenemos que hablar del siglo pasado- sabemos que existió un Cabaret ubicado en calle Carrera Pinto, esquina de O’Higgins, el que dio muchos dolores de cabeza al vecindario.
Al respecto, en nuestros archivos, encontramos que en la edición del Periódico “La Razón” de fecha 26 de abril de 1952, se dice esto: “Que se Vaya Cabaret de Carrera Pinto: Quejas de los vecinos”, en el titular.
El texto es el siguiente: “Han resultado inútiles hasta el momento las presentaciones hechas por los vecinos de la Población de las Viviendas en Serie, ante la Municipalidad en cuanto a obtener el traslado del Cabaret ubicado en Carrera Pinto esquina O’Higgins. Las quejas se refieren a que este negocio provoca ruidos molestos hasta altas horas de la noche y la continua presencia de ebrios, que sus reyertas mantienen en sobresalto al vecindario.
Se nos pide que hagamos un llamado al Municipio a fin de que tome cartas en el asunto y proceda a las medidas que convengan a la tranquilidad de ese sector de la ciudad”.
En el libro “Catástrofes en Chile 1541-1992” en torno a los estragos ocasionados por el terremoto del 24 de enero de 1939 en Cauquenes, se comenta: “En Cauquenes, el hotel Plaza, el Banco de Talca, el cabaret Shangai, el hospital, quedaron en el suelo. Lo mismo sucedió con la cárcel donde el alcaide pereció en la catástrofe. De la iglesia sólo quedaron las murallas del primer piso. En la Estación Experimental Agrícola se perdió toda la existencia de vinos generosos. El Liceo y la Intendencia quedaron sin murallas. El cincuenta por ciento del total de las viviendas y edificios tuvieron daños de consideración, derrumbándose total o parcialmente”. Qué duda cabe, el Shangai, es el cabaret en toda la historia de Cauquenes que está eternizado nacionalmente.
¿Dónde estaba ubicado? La verdad es que no lo sabemos, pero es uno más de los que les dio vida a las noches locales… Con su patente comercial al día, se entiende….
Fuente: Diario La Voz de la Provinicia
20/06/2024 
Visto:
87
| 
